Ayuntamiento de Villa Guerrero

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Gobierno del Estado de México

Toponimia

El jeroglífico de este Municipio representa las fauces de una fiera devorando un hombre, por eso el toponimia "Tecualoyan" que fue el nombre que llevó en el pasado, lo traducen "donde se comen a la gente", de "Tecuani, bestia", fiera ponsoñoza o persona brava o cruel, según Alonso de Molina, y la terminación verbal yan, expresada por la acción de devorar a un ser humano indica la existencia del tigre en tal lugar o el sitio en que hizo su presa aquel animal, de donde tuvo su origen el nombre.

Esta es la transcripción de lo que escribió el Sr. Manuel Olaguíbel, tomándolo de la obra Nombres Geográficos del Estado de México, de don Antonio Peñafiel, también se interpreta el nombre del modo siguiente: El nombre indígena de esta población es "Tecualoyan", de origen náhuatl y que se compone de "tecualo" voz impersonal del verbo "tecüal que significa morder o comerse algo, que es lo que hacen las fieras, como los tigres, y de "yan", posposición que expresa el lugar donde se ejecuta la acción del verbo ; significando: "Lugar en que se comen a las gentes o a los animales; esto es, "lugar donde hay fieras devoradoras". La población existía desde antes de, la conquista y formaba parte de la provincia de Matlatzinco, que terminaba en Tonatico; según el llamado libro de los tributos, Tecualoyan fue conquistada por Axoyácatl en 1472.

Aquí se localizan vestigios prehispánicos en las ruinas arqueológicas en el lugar llamado Guadalupe. En el siglo XVI, después de la Conquista, "Tecualoyan" perteneció a la Alcaldía Mayor de Malinalco y por la carta que Fray Juan de Stella dirige a Fran Juan de Zumárraga en 1533, se puede deducir que los frailes agustinos de Malinalco tenían de visita la iglesia de este pueblo.

En alguna época los vecinos de Tecualoyan deben haber sido obligados a peregrinar a Huetamo, pues todavía en la actualidad van en peregrinación anual al Santuario de la Virgen de San Lucas, de Huetamo sin que otros pueblos tengan en la región parecida devoción.

 

La siguiente ilustración pertenece al Códice Mendoza, documento del que provienen la mayoría de los topónimos del estado de México y en el que aparece por primera vez la denominación Tecualoyan y el glifo que nos identifica.